domingo, 3 de mayo de 2020

En boomerang



En un taller de mindfulness me enteré hace tiempo de algo sorprendente: las neuronas no se alojan exclusivamente en el cráneo. Efectivamente los científicos han demostrado que existen redes neuronales en el estómago y en el corazón y que el campo electromagnético que todas ellas desprenden es muy potente. Resulta que las famosas “mariposas” o los “nudos” en el estómago, las “corazonadas” o la “mala o buena energía” que puedes sentir delante de cualquiera es algo más empírico de lo creíamos. La tiranía del cerebro craneal sobre nuestra conducta y nuestras emociones se acabó. Tenemos dos cerebros más en nuestro cuerpo que debemos cuidar y atender para estar equilibrados. De ahí que no sólo seamos lo que pensamos, sino también lo que comemos y lo que sentimos.

Y hablando de neuronas, uno de los descubrimientos más importantes de la neurociencia es el de las llamadas “neuronas espejo”. El mecanismo es simple: ejecutar una acción que es reflejo del comportamiento de un congénere. Haz una prueba sencilla: mira fijamente a un niño y sonríele, sin motivo, lo normal es que ese niño te devuelva inmediatamente la sonrisa. Son las llamadas neuronas especulares las que provocan esta reacción, común entre los seres humanos –no incluir a los psicópatas sin empatía- y en los primates. 

Algo parecido debe ocurrir con los sentimientos y las emociones, que suelen viajar en bumerán y tienen tantos viajes de ida y vuelta como quepan en una Vida. Lo que das, sueles recibirlo. No es una ciencia exacta, como ninguna en este Mundo, pero se cumple muy a menudo. “Cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da, nada es más simple, no hay otra norma, nada se pierde, todo se transforma”, como cantaba Drexler. 

Y toda esa energía que desprendemos con nuestras acciones, emociones y sentimientos compone el tejido de una Vida, nos define e incluso nos trasciende. Y de toda esa materia están los corazones hechos, esos que siguen viajando en boomerang para que la Vida nos devuelva tanto como dimos.

* La escultura es obra del Artista Krum Stanoev y forma parte de su serie "Desde el corazón".

El Abrazo

Mi paseo de ayer tenía como destino esta escultura de Juan Genovés, reproducción de su pintura “El abrazo” y homenaje a los Abogados d...